*De 25 años de edad, Lisdany Rodríguez Isaac, clama respeto a la vida de hijo que lleva en su vientre. “Yo quiero que nazca el bebe”, reitera.
*Desde la cárcel enfrenta presión del gobierno y policía cubana, quienes estarían violando su Derecho a la vida de su bebe por nacer.
*Está presa por oponerse al régimen cubano; el gobierno dice que no será buena madre, por eso no quiere que tenga a su hijo.
Crece la consternación y denuncia a nivel internacional por el caso de Lisdany, una madre cubana de 25 años, presa en su país por ser disidente del gobierno y a quien las autoridades presionan para que aborte, a pesar de que ella ha reiterado que quiere ser madre y tener a su hijo.
La mamá de Luis Dany Rodríguez Isac es quien ha dado voz internacional al reclamo de su hija, quien es víctima de todo tipo de vejaciones dentro de la cárcel a donde fue confinada por manifestarse y expresar sus ideas haca el gobierno socialista. Denuncia presiones físicas, psicológicas y legales mediante las cuales quieren evitar que su hijo nazca.
En México diversas organizaciones de la sociedad civil, entre ellas Dales Voz y UNNA, la plataforma que promueve el respeto al derecho a la vida desde su inicio en la concepción, denunciaron los actos de intimidación, maltrato y coacción en contra de Lisdany, quien se embarazó de su esposo, también detenido por las autoridades gubernamentales por vender ciertos productos alimenticios, lo que el gobierno de su país clasifica como algo ilegal.
Lisdany había intentado en más de una ocasión tener un hijo y no lo lograba; ese anhelo comenzó a cristalizarse ya que estaba presa, por lo que de inmediato y de acuerdo con sus posibilidades y circunstancias inició los cuidados a su embarazo. Sin embargo, al conocerse de esta situación las instancias policiales carcelarias y gubernamentales empezaron a hostigarla y advertirle que tenía que dar muerte al bebe que llevaba en el vientre.
De acuerdo con información que sobre el caso ha publicado el diario El País, Lisdany ha entrado a una eta a de presión, estrés y depresión por las constantes amenazas que recibe y las advertencias de que no se permitirá que siga su embarazo. Tanto representantes del gobierno cubano como de la policía le han hecho saber que no creen que pueda ser “una buena madre”, tras haber sido detenida y presa por expresar, su oposición al gobierno,
Al respecto, abogados especialistas en la defensa de derechos humanos, revelaron que al menos son cinco las garantías universales que se violan de manera rotunda en este caso, principalmente de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sobresalen:
• Derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.1
• Derecho a la Libertad de formar una familia, y siendo ésta el elemento natural y fundamental de la sociedad, tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
• Derecho a un nivel de vida adecuado; a la salud; al bienestar; a la alimentación; y a la asistencia médica.2
• La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.
• Derecho a una Vida Libre de Violencia.
Aún en su condición de presa política Lisdany tiene claro su deseo y derecho irrenunciable de convertirse en madre, sin que nada ni nadie pueda convencerla de lo contrario. Apenas en enero pasado, luego de la visita en la prisión de Guajamal, su madre Bárbara confesó que su hija se siente amenazada y desesperada, pero le ha dicho con toda firmeza que está dispuesta a defender su maternidad y la vida en gestación.
Narró que después de varios años e intentos quedó embarazada: “La verdad no lo esperaba. Llevo muchos años intentándolo y nunca lo había logrado. Y un hijo es una bendición de Dios, no importa el momento”, expresó emocionada.
Denunció que el médico tratante del sistema penitenciario comenzó a hacer los “trámites” para cancelar la vida de su hijo o hija, sin su consentimiento, todo porque no hay suficiente comida ni medicinas suficientes para la población que está tras las rejas, en un acto que vulnera los derechos más elementales de la mujer como son, entre otros, su derecho a la libertad, a la seguridad de su persona, a formar una familia y hasta su acceso a servicios de salud y de alimentación.
(El doctor) “empezó a llenar papeles para hacerle análisis y sacarle la barriga, sin contar con ella”, acusó su madre, quien dijo que su hija está desesperada por ejercer su derecho a la maternidad porque nada ni nadie la va a convencer de no tener a su hijo.
En pocas palabras, aunque Lisdany no tiene claridad sobre su situación, es víctima de tortura, tratos crueles e inhumanos y degradante por parte del Estado cubano cuando en toda sociedad cualquier persona tiene derecho a procrear en uso y apego al libre desarrollo de su personalidad, además de que debe tener como garantía la protección de la sociedad y el Estado en su conjunto.
En Cuba la cancelación de la vida la realizan las instituciones del Ministerio de Salud Pública por decisión voluntaria hasta las 12 semanas de edad gestacional, y hasta las 26 por malformaciones fetales incompatibles. Al proceso de dar muerte al hijo que se desarrolla en el vientre de su madre se le denomina “consulta de regulación menstrual”